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miércoles, 9 de junio de 2010

Toledo, ciudad añorada

Hacía nueve años que no visitaba Toledo, una ciudad a la que siempre me he sentido muy unida por vivencias personales y porque tiene un magnetismo especial. Al regresar, la he encontrado exactamente igual de bonita y mágica, provocando en mí las mismas ganas de perderme por sus calles y recorrer cada rincón.

La primera parada es en la muralla, en el encantador Hostal del Cardenal, un lugar con un aire casi novelesco, un jardín lleno de calma, arrullado por los sonidos del agua de las fuentes, mesas dispuestas para una cena romántica y el sitio ideal para perderse unos días en buena compañía

Entro al casco antiguo por la puerta árabe de Alfonso VI, también llamada Puerta Vieja de Bisagra

Como el jueves anterior fue el Corpus Christi, las calles y los balcones estaban primorosamente adornados

Al pasar por la Puerta del Sol, el acceso más importante a la ciudad, de estilo mudéjar, me fijo en una pequeña puerta que hay a la derecha con escaleras empinadas, que van ascendiendo en forma casi de caracol. Sin saber muy bien a dónde llevaban, subo y la sorpresa es enorme: al llegar arriba se divisan unas vistas espectaculares

La plaza Zocodover tenía ambientazo, había una convención nacional de encaje de bolillos

Un paseo en el zocotren. Las fotos están regulín, porque con la calidad de la cámara del teléfono y el trenecito dando botes, no se puede lograr la perfección ;).
El puente de Alcántara y el Alcázar al fondo

Un cigarral, típica casa de campo toledana, donde imaginariamente situamos a Gabriela, el personaje de la clase de creación literaria :p

Hora de comer menú del día: pisto y chuletillas de cordero. De vuelta al centro de la ciudad, por la calle del Comercio, se pueden ver estos balcones adornados con motivo del Corpus

La majestuosa catedral

Portón del pasadizo de Balaguer (antiguamente, "Pasadizo de la ciudad"), que comunica la plaza del Consistorio con la calle de la Ciudad. Al pasar por él, además con un señor tocando la guitarra, te transportas a otra época

Tienda de souvenirs, en un local algo antiguo

Mirando hacia al río cerca de la casa de El Greco, se divisa a la izquierda, las Cortes de Castilla-La Mancha

El río Tajo

La sinagoga del Tránsito. No entré en ningún edificio, porque el buen tiempo invitaba más a pasear y mirar desde fuera

Torre mudéjar (siglo XIV) de la iglesia de Santo Tomé

Compré un montón de dulces típicos y yemas en el convento de San Antonio de Padua. La monjita sacó todo tipo de cosas a cuál más tentadora, pero no se me ocurrió hacerles fotos, así que pongo de una tienda de productos de la tierra, como recuerdo de la riqueza gastronómica

14 comentarios:

  1. Qué buen reportaje fotográfico de mi ciudad natal :-) Y qué bien vives (que si corderito, que si dulces...). Hace siglos que no voy en plan turista a Toledo; la última vez fui al ambulatorio para llevar a mi madre al médico.
    besoss

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  2. En los últimos años he ido bastante a Toledo, pero sólo a la ciudad nueva. Al casco antiguo hace mucho que no entro. Por otro lado me rallan mucho esos parques de atracciones masificados repletos de turistas y tiendas para turistas en los que se han convertido hoy los centros históricos de las ciudades, parece que todo es de mentira.

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  3. Alice, naciste en bonito sitio. Tienes que regresar pero nada de médicos, a disfrutar un poco.

    Herel, Toledo es tan auténtica, que ni las tiendas ni los turistas pueden hacer mella en su encanto. De todas formas, este recorrido es clásico, a mí lo que me gusta es perderme sin rumbo, por calles desconocidas, sin gente.

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  4. Muy buenas las fotos y mucha más variedad que las que saqué en mi visita un dia más tarde. A ver si hago la ruta nocturna del Toledo mágico, debe ser super interesante.

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  5. Siempre he querido visitar Toledo, pero cada vez que viajo acabo fuera de España! Ahora tengo una idea sobre qué visitar en Toledo cuando vaya algún día.Aunque también haré como tú, perderme por sus calles, que es lo mejor que puede hacerse en cualquier lugar que se visite:)

    Noemi

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  6. Recristo, ¡al fin te veo... en foto! Muy guapa y muy favorecedora la ropa que llevas.

    He estado en Toledo creo que sólo un par de veces y ya hace tiempo; habrá que visitarlo de nuevo.

    No debí ver la última foto > <, pues es una bollería y ahora mismo tengo hambre y sólo me queda en la despensa dos barritas asquero-sosas de cereales.

    Muy chulas las fotos; ya me dirás algún día que cámara tienes. No es que sepa mucho de cámaras, pero suelo fijarme bastante en los modelos. Amor a los gadgets.

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  7. Gracias por el piropo, Kasandra, llevo un pantalón de chándal, qué glamour jajaja.

    Tienes que regresar a Toledo, y perderte a la deriva, encontrar sitios mágicos por azar.

    He tenido que mirar mi HD para saber de dónde eran las fotos. En la que salgo yo, me la tiró mi amiga con su cámara compacta normalita, y el resto, parece increible, pero son de mi cutre móvil de 2 Megapíxels.

    Vente a casa, te invito, tengo aquí todo tipo de dulces, bollería, también para hacer, pasteles de royal, gelatinas...

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  8. Pues para los 2 MP está genial.

    ¡No me invites dos veces que voy! Gelatina, ¡me encanta!

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  9. Eso he pensado, que para ser tan cutre el móvil las fotos son más que aceptables.

    La gelatina me encantaaaaa, ñammmm, además tardo 5 minutos en hacerla, lo único esperar a que se enfríe y meterla en el frigo. ¡Vente!

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  10. Yo también hacía gelatinas. Les agregaba yogur, azúcar, frambuesas y mermelada. Me comía kilos de ella. Ahora pasa que la cocina me parece un lastre, un robatiempos, por eso apenas cocino. Son etapas.

    Oye, aquí queda constancia de que me has invitado; así que si aparezco un día por ahí con la servilleta atada al cuello no me llores. XD

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  11. Me encanta Toledo, tiene magia, hay algo en esas calles "enredadas". Precioso reportaje Eugenia, y me ha gustado lo de los bolillos también jeje :)

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  12. Gracias por pasarte por aquí, arcoiris de sabores, para mí es la ciudad mágica por antonomasia, siempre descubres lugares nuevos. Una vez le preguntaron a Cebrián cuál era su ciudad preferida, y la 1º y rotunda que dijo, fue Toledo. Así que los espíritus rosaventeros tiramos al mismo monte :)
    Los bolillos es un arte que fascina, qué paciencia y habilidad hay que tener. Besos.

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  13. ¡A mi también me fascina el arte de los bolillos! me hubiera gustado aprenderlo :) Y también estoy de acuerdo contigo en que Toledo es una ciudad especial y que atrae irremediablmente. Es genial perderse por las callejuelas y encontrar detalles especiales cada vez que se va :)

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  14. Nos apuntaremos algún día a un curso de encaje de bolillos :)
    Toledo atrae y no te digo nada si te hacen recorridos ocultos y misteriosos con psicofonías :D :D :D

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Gracias por participar en Mi Matrix Particular. Te esperamos pronto.

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