En noviembre le comentaba a mi madre que me iba a salir chepa, que continuamente me sorprendía a mí misma echada hacia adelante, encorvada, sobre todo cuando estoy por casa, ya sea de pie o sentada, y que en pocos años practicamente me veía como el "pozí". Evidentemente, mi madre decía que era una exagerada, se reía y le quitaba importancia, pero yo me sentía, a pequeñísima escala, como una jorobada de Nôtre Dame doméstica.
Curiosamente, a los pocos días, recibo un email de una amiga, que me dice lo siguiente:
"
Siempre se me olvida decirte una cosa. ¿ Te has dado cuenta de lo bien que andas????
Si, no te rías. Tienes un porte fántastico , que dirían los antiguos, cuando caminas. Recta, la espalda derecha, la cabeza levantada, mirando de frente...te desplazas que da gusto verte. Es muy bonita tu estampa. Traduce muy bien lo que llevas dentro, tu verdadero potencial."
¿Es posible que respecto al físico podamos distorsionar tanto la realidad?¿Los complejos pueden hacerme ver un defecto donde los demás sólo ven virtudes?¿Las manías personales se anteponen mentalmente a la verdadera imagen que los demás tienen de nosotros?.
Seguro que hay días en que me veo estupenda y los demás horrorosa y viceversa. Supongo que todo es subjetivo, y ahí influye también el estado de ánimo.