Diferentes formas de ver el paro

Leo estas dos noticias en la misma revista, y me pongo a reflexionar sobre el tema:

Sigue sin dejar de aumentar el número de parados suicidas en Japón. El gobierno japonés desarrollará durante tres años una campaña dirigida a disuadir a quienes intenten quitarse la vida. El año pasado se suicidaron 32.249 ciudadanos japoneses y el 60% de ellos lo hicieron porque se habían quedado en paro.

Un parado feliz, un nuevo fenómeno social en Estados Unidos. Tradicionalmente, en Estados Unidos estar parado ha sido poco menos que ser un paria social, ya que era inconcebible que alguien no encontrara un puesto de trabajo en el que emplearse. Sin embargo, con la dura crisis todo está cambiando. Cada vez son más los jóvenes entre 20 y 30 años que, tras perder el empleo, ven que pueden vivir estupendamente con lo que les queda de paro, la indemnización...y la ayuda de los padres. Son conocidos como los "funemployed", de "fun" (diversión) y "unemployed" (parado). Con todo el tiempo del mundo y sin cargas familiares ni hipotecas, han descubierto un nuevo estilo de vida alejado del consumismo salvaje, pero lleno de momentos de diversión y ocio gratuito.

En España te hacen sentir una mierda si estás en el paro, como si no estuvieras cualificado o no tuvieras valía, pero no ya sólo profesionalmente hablando, sino a nivel personal: parado equivale a fracasado. No pueden concebir que aunque no tengas sueldo, casa, coche e hijos, puedas ser "moderadamente feliz". Creo que me he sentido, según la época, como un japonés al borde del abismo, o que sin darme cuenta, en ciertos momentos he sido una funemployed, todo depende de muchas circunstancias (por supuesto la principal es si tienes dinero o no), pero sobre todo, de cómo te lo montes a nivel mental, qué enfoque le des y hasta qué punto puedes pasar de los demás y sus miradas o comportamientos despectivos.
Con pasta, lo de estar parado es anecdótico, no entiendo a la gente que dice aburrirse si no curra, con la cantidad de cosas que se pueden hacer. Para mí, el trabajo no es más que una maldición bíblica que nos fue impuesta cuando Dios expulsó a Adán y Eva del paraíso :).