Bergie acurrucado encima del abrigo y la bufanda. 4 de abril de 2009
Voy a quejarme un poquito por aquí, que al fin y al cabo también es un lugar de desahogo.
Resulta que ayer llevé al gatito al veterinario, cogiendo el coche porque soy fiel al que tenía en mi antiguo barrio. Únicamente era para ponerle la vacuna anual, pero ya de paso le comenté que hacía tres o cuatro meses que hacía las caquillas un poco blandas, de manera que en alguna ocasión se le quedaba pegada al ano y después aparecía algún trocillo por la casa. Nada grave, pero que me gustaría que le mirase a ver qué podía averiguar.
Le pone encima de la mesa, le toca el abdomen, y después le hace el tacto rectal. El pobre animal, que es un alma de Dios, se retorció vivo, bufó, "gritó" y todo lo que pudo. Después le pincho la vacuna en un momento, y dijo que le iba a hacer una radiografía, y que si no salía nada en la radiografía, entonces le haría una ecografía. Le dije que de acuerdo.
Trae la radiografía, la pone sobre una superficie luminosa, y me dice que tiene algunas partes inflamadas en el intestino, que le pueden estar provocando esos síntomas (las supuestas inflamaciones, incluso para una neófita como yo, se veían perfectamente), aunque por otra parte puede ser algo normal y crónico en un gato de 9 años y medio. Le comento que me gustaría curarle para que no le pasara más, y me dice que le va a hacer una analítica y que como se ha puesto tan "bravo", le va a sedar para poder hacerle el tacto rectal con mayor tranquilidad, así que nos dice a mi madre y a mí que nos vayamos de la clínica a pasear y le demos una hora y media.
Después de estar por allí haciendo tiempo, volvimos a la hora estipulada. Según estábamos mi madre y yo hablando, porque estaban atendiendo a otros clientes, se escuchaban unos maullidos-lloros, así como de lamento, y aunque jamás le había oído emitir esos sonidos, sabía que era Bergie. De hecho, unos chicos que estaban en la sala de espera dijeron: "mirad, se escucha a un gato llorando" :(
Cuando nos toca entrar, me da una ecografía y empieza a llenarme la cabeza con un montón de tecnicismos, sin dejar meter baza en ningún momento, sin posibilidad apenas de hacer preguntas y con una retórica y mirada penetrante directa a los ojos con intención de imponer su criterio y "autoridad" que tiraba de espaldas. Resumen: los análisis están perfectos, está absolutamente normal de todo y no sabe de qué es esa pequeña inflamación, pero si las paredes del intestino tienen un grosor de 22 mm., lo que tiene él son 24 mm, es decir, algo casi inapreciable, con lo cual cree que puede ser algo crónico y me envía un pienso especial.
En ese momento traen al gato semi dormido ya metido dentro del transporting, encima de su mantita, y le acaricio a través de los barrotes diciéndole palabras dulces a las que está acostumbrado.
Lo espeluznante viene cuando vamos al mostrador, donde está la caja. Le digo que me gustaría llevarme el análisis, y me dice que "ya lo guarda él con todo su historial", me enseña el pienso que debo comprarle, Royal Canin Hipoalergénico, de 29 y pico euros la bolsa de 2,5 kg, y empieza a escribir en un papel que tiene varias filas. Como estaba al revés y no prestaba demasiada atención, creía que estaba traspasando los resultados de los análisis, pero no, era un recibo. Me dice: 342 euros. Casi me caigo de espaldas. Empieza a comentarme cada cosa del papel, ladeándolo para que pudiera leer algo, pues los conceptos estaban a máquina, pero los precios los ponía él a mano con una letra canija, de manera que le tuve que decir: "¿esto que es, un 7? por favor márcalo mejor".
Había cobrado todo e inclusive hecho pruebas que no le había pedido, pero fui tan tonta, que no me dio por protestar ni decir nada, a lo único que atiné es a comentarle que el pienso no me lo llevaba de allí, que lo iba a comprar cerca de mi domicilio, y que con ese importe tan alto, quería una factura, pero mientras se iba para dentro a hacerla, su ayudante ya me estaba pasando la tarjeta por la máquina, en total 312 euros del ala.
Nos metimos en el coche echando pestes, y por supuesto, pensando que era todo una cabronada y que se había columpiado al máximo, no sé si es que no tiene los ingresos que esperaba en enero, o sencillamente que le dio por hacer caja esa tarde. Pero la historieta no acaba ahí. Cuando llego a casa y abro la puerta del transporting al gato, sale todo mareadillo, como borracho, dándose contra el suelo y las esquinas y ojitos groguis. Le cojo para tranquilizarle y achucharle un poco, y le noto el abdomen como mojado. ¿Qué mojado? le doy la vuelta, y le habían cortado el pelo por debajo, todo rasurado. Algo que puede resultar una tontería, pero que siendo invierno y sirviéndole su pelaje de protección natural contra catarros y demás historias, habría sido todo un detalle que me hubiera comentado, porque a mí si me avisa, no le doy permiso para rasurarle ni leches (dejamos a un lado la estética y el aspecto que se le ha quedado al pobre animal).
Reviso la factura en casa, porque en la clínica la metió en un sobre y no me la enseñó, y sigo alucinando. Lo curioso, es que a día 18 de enero, es la factura nº 3. Qué raro, o tiene muy poca clientela, o nadie le pide factura y todo se lo lleva en negro.
Voy a detallar lo que pone:
Consulta ordinaria | 30 euros |
Análisis de sangre | 60 euros |
Análisis de orina | 24 euros |
Vacuna Tetravalente | 43 euros |
Tranquilización | 30 euros |
Radiografía doble | 50 euros |
Ecografía | 75 euros |
Total | 312 euros |
Comentarios varios. Una visita que me habría costado la consulta y la vacuna 73 euros, se ha convertido en 312 euros por la patilla, y total, sin solución, porque el gato se vino a casa tal cual, sin ningún tratamiento ni cura, tan solo que le comprara el maravilloso pienso, y encima con la sensación de que he pagado para que le "putearan".
El análisis de sangre sí di mi consentimiento para hacérselo, pero he revisado una factura justo de hace 3 años, y costaba 38 euros, ahora 60 euros. ¿Es normal esta subida en tan poco tiempo?¿Dónde están los análisis? No los vi en ningún momento, me dijo que estaban bien, pero cuando pagas una prueba, lo normal es llevártela.
¿De dónde se ha sacado lo del análisis de orina? Cuando le pregunté, me dijo simplemente: "decidí hacérselos". Pues perfecto, pero estamos en lo mismo, tampoco he visto los resultados ni me los he llevado, y no quiero imaginar qué hizo para extraer la orina al gato.
La tranquilización 30 euros. Hay que joderse, que por una inyección que le duerme, cobren esa barbaridad. Siento si voy soltando tacos a medida que avanzo, pero es que me entra otra vez la indignación.
Radiografía doble 50 euros. Le digo que qué es eso de doble, si a nosotros sólo nos enseñó una, y me dice que "le hizo otra lateral". O sea, aquí me ha chupado 25 euros porque sí, y tampoco me llevé las pruebas, se las quedó él.
Ecografía 75 euros. Esto ya es el remate. Se la hizo porque quiso, sin mi conocimiento ni consentimiento, porque únicamente se la haría si en la radiografía no salía nada, pero sí salió. Y qué milagroso y extraño, esa prueba sí me la llevé, justo la que no entiendo nada al mirarla, en cambio no análisis o radiografías que sí se comprenden medianamente.
Sablear por todo el morro, la ecografía, el análisis de orina y una radiografía, o sea, 124 euros, y todo lo demás, sin claridad, porque por ejemplo no sabía que cobraban 30 euros por sedarlo. Lo normal habría sido que me diera un presupuesto, o que me hubiera comentado: "Ten en cuenta que todo esto se va a poner en un mínimo de X", y entonces ya le habría dicho si sí o si no. ¿Y qué haces? ¿Te niegas a pagarlo? Cuando vas con la escopeta puesta, puedes a su vez tener mucha picardía, pero lo que menos me esperaba es que el veterinario de 9 años me fuera a hacer una jugarreta semejante, con lo cual no reaccioné, porque le podía haber dicho: "pues sólo llevo 100 euros, el resto ya te lo pagaré", y no pagarle nunca, o haberme puesto a discutir y armar allí mismo un pollo cuando vi todo lo que me quería cobrar.
Ahora la cuestión ya no tiene arreglo. Sí, le puedo llamar por teléfono y decirle lo que pienso, o escribirle un email, pero no va a servir de nada, porque el dinero no me lo va a devolver, y él sabe perfectamente que eso no es una praxis correcta, ni un modo legal de proceder con una fiel cliente que viene de la otra punta de la ciudad.
Podría escribir al Colegio de Veterinarios, hacer una web difamándole, entrar en todos los foros de animales a ponerle verde o denunciar a las Asociaciones de Consumidores, pero sinceramente, no tengo ganas de quemarme ni perder el tiempo, así que me contento con volcar aquí un poco mi cabreo e intentar pensar que dentro de lo malo, han descartado que tuviera algún tumor en el estómago, que es lo que temía.
El pienso lo he encargado por el mismo precio a Telemascota y me lo han traído esta tarde, además con un regalo precioso de una super manta muy suave y bonita.
Por supuesto no pienso volver, ya buscaré por aquí cerca otro veterinario, pero es una lástima que los individuos que ejercen estas profesiones liberales queden como lo que creo que son, unos auténticos piratas sacacuartos.
Edit 24/02/2014. El pienso "mágico" no sirvió de nada, salvo para provocarle una diarrea durante un mes y medio. En aquellos momentos no sabía la peligrosidad que puede suponer una colitis tan prolongada, pero a día de hoy sé que por deshidratación podría llevar hasta la muerte. Como me pareció una barbaridad de tiempo ocurriéndole eso, paré de darle el pienso que me habían mandado, y una vez más me puse a investigar por Internet, que fue quien me dio la solución. Encontré el Royal Canin Sensible 33, especial para una digestión óptima, equilibrio de la flora intestinal y demás beneficios estomacales, y el gatito ha estado estos 4 años defecando perfectamente normal, sano y contento.
Bergie con la barriga rasurada
Con un trozo de pelo de la garganta rapado, que todavía no sé por qué
Después de hacerle las anteriores fotos, ya tranquilo
Hay tres cosas que creo deberías haber hecho (aunque claro, a posteriori es muy fácil hablar):
ResponderEliminar-No ausentarte mientras le hacían las pruebas (además eso es muy sospechoso, siempre es mejor que esté presente el dueño porque el animal se siente más seguro).
-Pedir presupuesto previo a cada prueba.
-Exigir llevarte todas las pruebas, para algo las has pagado (incluso podrías plantarte otro día con la factura y reclamarlas, y si te piden más dinero por las copias... las pruebas son tuyas, las has pagado tú, los que se tienen que hacerse copias en todo caso son ellos).
Al menos para la próxima ya estás prevenida.
No sé, todo esto me suena a cuento Chino. No han encontrado nada o no sabían lo que era, y para justificar todas las pruebas te recetan un pienso placebo, que se lo receterán a todos los gatos vayan con el problema que vayan.
Sí, Herel, estoy de acuerdo con todo lo que dices, pero allí no caes.
ResponderEliminarLo de ausentarnos. Ya solamente la radiografía, nos hizo salir de la consulta e irnos a la salita de espera, y después volvimos a entrar cuando ya tenía el resultado. O sea, no vimos cómo le hacía la radiografía, con lo cual mucho menos el resto de pruebas, y siendo "invitadas" a irnos de la clínica durante 1 hora y media, a ver cómo le dices que no, que quieres fisgonear cómo trabaja.
Pedir presupuesto. Está clarísimo que nunca más me va a ocurrir, voy a resultar pesada de tanto preguntar.
Ir a por las pruebas. Lo he pensado, pero es que no tengo ni ganas de verle más la jeta ni aparecer por allí.
Y sí, llevas razón, suena a cuento chino total.
Por cierto, acabo de descubrir que también le han rasurado un trozo de cuello, en la zona de la nuez humana, como si le hubieran pasado una maquinilla así de una sola vez, y eso ya no me explico para qué ha podido ser :-(
Hola Mª Eugenia:
ResponderEliminarComo de todo se aprende, seguro que nunca más se te olvidará pedir un presupuesto.Me parece un robo a mano armada la factura, pero lo que más me indigna es la prepotencia de la clínica.
Tienes derecho a tener todas las pruebas realizadas a Bergie, y más aún, debes tenerlas porque no creo que vuelvas por allí.
Para realizar la ecografía hay que rasurar el pelo para evitar falsas imágenes.El del cuello se debe a que como los gatos se limpian lamiéndose, hay veces que se forman bolas de pelo en su aparato digestivo a cualquier nivel y tu veterinario ha querido asegurarse no hubiera alguna en tracto digestivo alto.
En mi opinión y aunque sé que no te apetece nada, creo deberías ir a la clínica a recoger-exigir las pruebas realizadas y no moverte hasta que te las den.
El próximo veterinario debe conocer el historial de Bergie y además, ya sabes que hasta el más leve movimiento del ala de una mariposa tiene alguna repercusión en la otra parte del mundo.Si no hacemos nada por cambiar las cosas siempre seguirán igual y allí, en esa clínica, tienen mucho que aprender.Y tú tienes la posibilidad, yo diría la obligación, de hacer de maestra al tiempo que ejerces tu derecho.
Besos.
Emilia.
Hola M.Eugenia, bonita. Ya comprendo perfectamente yo el cabreo que te ha entrado con todo lo que nos cuentas. Ese veterinario es un filibustero, atracador y de todo y entran ganas de denunciarle, para lo cual te tendrías que meter en otro follón de pánico, asi que, tranquilizate y desde luego hazle la peor prensa y no vuelvas jamas a él.
ResponderEliminarTienes que poner en tu Blog el nombre y la dirección del Fifibustero para que la gente sepa
Un gran beso.
Ysa
Emilia, gracias por la aclaración de lo del cuello, me tenía intrigada. Es raro que Bergie tenga pelos en el aparato digestivo porque le doy un trocito de hoja de cinta por la mañana para "purgarse" y por la noche jalea de malta, justo para evitar esos problemillas.
ResponderEliminarSé que llevas razón, y me cuesta hacerme siempre la heroína, me refiero a protestar en lugares o situaciones donde nadie lo hace, al final el desgaste siempre es para mí.
Me da que si me planto allí no va a tener las pruebas físicamente, quizás las haya roto y anotado en el ordenador los resultados. Imagino que podré pedir que me imprima todo su historial, aunque si se niega, aduciendo algún problema técnico (ejemplo "de esta base de datos no se puede sacar todo, te puedo dar lo de un día concreto"), ¿qué hago?.
Ysabel, creo que me complicaría mucho la vida poniendo datos concretos de la clínica, pero gracias por tus ánimos.
La crisis hace que ahora muchas cosas que parecian rutinarias sean exageradas en el presupuesto para "hacerse el agosto"...
ResponderEliminarPero lo que mas indigna y cabrea de este caso es que se trata de BErgie,un ser vivo y un fiel compañero,y no se trata de ningun electrodomestico...
Elroy pues ya ves, el agosto lo han debido hacer conmigo y cuatro tontos más que hayamos "picado".
ResponderEliminarA Bergie no le trataron mal, simplemente que lo utilizaron para sacarme los cuartos.
Gracias por leerme.
Me tranquiliza que en tu comentario aclares que no trataron mal a tu gatito, porque me estaba hirviendo la sangre. El dinero, pasa, y no soy rica; pero que abusen de un animal y sufra...Le hacen eso a un animal, me entero y te aseguro que se arrepiente toda su vida.
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