En los lugares más insospechados, te encuentras una poesía. Ésta estaba en las paredes frontales de los baños de un bar, por la zona de Antón Martín, en el acceso tanto al de chicos como al de chicas, repetido el mismo fragmento por toda la superficie, así que mientras esperaba mi turno, me dio tiempo a repasar varias veces el poema, preguntándome de quién sería. Ya ni siquiera saliendo de marcha se puede evitar cierta melancolía.
Se trata del "
Canto a Teresa", de
José de Espronceda. He aquí transcrito el texto de la foto:
¿Por qué volvéis a la memoria mía,
tristes recuerdos del placer perdido,
a aumentar la ansiedad y la agonía
de este desierto corazón herido?
¡Ay! que de aquellas horas de alegría
le quedó al corazon sólo un gemido,
y el llanto que al dolor los ojos niegan
lágrimas son de hiel que el alma anegan.
Preciosa entrada Trinity
ResponderEliminar¡Besitos guapa!
Una poesía muy bonita
ResponderEliminarBesos
Lo cierto es que es maravilloso poder serguir encontrándose gratas sorpresas en los lugares más insospechados ¿eh?
ResponderEliminarGracias por la poesía.
Un abrazo.
Hola Trinity! Me siento afortunada, mis ojos vieron esas mismas paredes casi a la vez que los tuyos. Como bien dices, lugares sorprendentemente insospechados. Besos!
ResponderEliminarQué desastre, no os he contestado en esta entrada, a mis guapas visitantes, sorry!.
ResponderEliminarGracias por venir, Lola, Ángela, Perséfone y Reichel.
Perséfone, es grato al menos mirar un bello escrito en vez de una pared rugosa. Reichel, efectivamente, lo debimos ver casi a la vez ;-) Espero que compartamos más poemas sea donde sea, de ese buen rollo.
Besos a todas.