Esto es un comentario general por las experiencias personales que estoy
viviendo últimamente, tanto con empresas privadas como con la Administración
Pública. En vez de tomarse a bien que les indiques educadamente errores,
cosas que están realizando mal o temas a mejorar, se indignan, te
mienten, echan balones fuera, te ningunean, se burlan de ti, se ríen,
faltan al respeto y otros mil desprecios inimaginables.
Dan ganas de
decirles que se quiten de ahí, que tú trabajas mejor y además agradeces y
harás lo que esté en tu mano para que todo sea óptimo. Esta reflexión
ha surgido al ver esta imagen con el proverbio chino.
Aprenden de lo que ven, el victimismo se equipara al heroismo. No prevalece el que razona con consecuencia, sino el demagogo y tergiversador. Necios con la cabeza bien alta, porque tienen la vida asegurada con su chiringuito.
ResponderEliminarBuen proverbio.
Así es, Herel, imperan los demagogos, tergiversadores, altivos y soberbios, de ambos sexos, y con la cabeza bien alta porque son estúpidos de remate, como se lee en el proverbio, alguien sabio no actuaría así. Individualmente también veo "mierda" por todas partes, pero mi código ético y moral, aún teniendo el pan asegurado, me impediría conducirme de semejante manera.
Eliminar