Un día andando por mi barrio, sin que fuera una zona de obras o en que se estuviera especialmente arreglando el pavimento, saqué estas fotos al azar. En ellas se demuestra cómo por arte mágico, llegamos a casa sanos y salvos, pues son "trampas" en las que es fácil caer o tropezarse, darse el batacazo del siglo.
Da igual ramas que levantan el suelo, agujeros, hendiduras, elevación de las baldosas, hoyos y multitud de escollos que hacen que el lugar donde pisamos no sea seguro y no esté llano.
Desde aquí, mi queja al Ayuntamiento, pues un familiar se tropezó en una de estas baldosas, se cayó hacia adelante, no sé cómo no se mató, la cara toda amoratada, la nariz rota y por edad inoperable, y en fin, unas lesiones considerables, que después de papeleo y papeleo se quedaron en nada, no indemnizaron, sólo al día siguiente estaba arreglado el lugar maldito.
Por favor, Concejalía de Urbanismo o a quien corresponda, mantengan el pavimento en perfectas condiciones, por la salud de los ciudadanos-as.
Tendríamos que quejarnos más... porque, como bien dices, pocas cosas pasan a veces para como está todo...
ResponderEliminarBesos!
Nos faltan ojos para ir mirando todos los obstáculos de la vía pública.
EliminarBesos