MARÍA EUGENIA MORRO GERAS
Desde que tengo 27 años, visito la Filmoteca de Madrid, el Cine Doré, el gran templo del cinéfilo, donde se pueden ver todo tipo de películas: antiguas, modernas, estrenos, en color, en blanco y negro, mudas, sonoras, de cualquier país, animación, documentales...
Era una época en que me daba apuro ir sola al cine, pero rompí la barrera de no tener a alguien al lado, y me lancé a acudir a las salas de Madrid, y hasta ahora. ¿Que siempre es mejor ir acompañada? Qué duda cabe, pero llega un momento en que si quieres disfrutar de ciertas obras, tienes que pasar del "miedo" y saber que puedes hacer lo que te gusta sin depender de nadie.
Respetan al máximo al espectador, pues comienza puntual y NO dejan a entrar a nadie más tarde de la hora, el aire acondicionado está a una temperatura adecuada, no hace frío ni calor, la gente no da patadas en los asientos ni habla, NO encienden las luces en los créditos finales y si la peli ha gustado, el cómplice aplauso de todo el público lo hace un lugar especial :-)
Hace 14 años, la entrada costaba solamente 2,5 euros, así que me pasé unas Navidades metida en el Cine Doré con un grupo de colegas de Ludicum, revisando un ciclo de Woody Allen y otras buenas pelis. Aquí lo cuento y están las entradas en papel escaneadas:
Hoy en día, las cosas han cambiado, pues aunque se sigue reservando 1/3 de butacas en taquilla, las entradas las compro online y las llevo en el móvil, con lo cual sólo hay que enseñar el código QR y mucho más cómodo. Sólo cuesta 3 euros, para desempleados 2 euros y para algunos colectivos, incluso gratis. Hay bono de 10 sesiones por 20 euros o incluso anual por 40 euros.
Fachada del Cine Doré, en la calle Santa Isabel, 3. Madrid