Hay veces en que los ánimos no andan muy para allá, y el simple hecho de quitarme los zapatos y poder pisar hierba fresca, el césped de un parque, me reconforta un montón, es un gustirrinín enorme sentirlo mullido y fresquito. El otro día mis acompañantes no se animaron a caminar en el Jardín del Capricho, así que ahora me resarzo en el parque de mi barrio. A veces no hay nada mejor que estar sola para hacer lo que te da la gana.
A mí me relaja también bastante descalzarme por el césped de un jardín (no de un parque pues hay cagaditas y meados de perros), y ponerme a buscar piñones.
ResponderEliminarEn el Jardín de El Capricho no pueden entrar perros, así que no hay ese "peligro", y este césped estaba muy regado, no creo que pisara ninguna cagaruta ni meadillo :)
ResponderEliminarTe comprendo, mis amigos también son unos soseras y ''me toca'' ir a la playa yo sola a descalzarme y andar sobre la arena o la orilla. Que parques no, pero el mar me encanta y, teniéndolo tan cerca de casa...
ResponderEliminarNoemi
No entiendo ese rechazo de la gente joven a hacer cosas sencillas y placenteras. Me parece muy bien que vayas tú sola y lo disfrutes.
EliminarMuy buena decision! A mi me relaja mas la arena de la playa. ...... pero me encanta el cesped cuando hace mucho calor.
ResponderEliminarBesos.
A falta de playa, buenas son tortas :)
EliminarBesazos!