No por ser una imposición escolar me producía rechazo, todo lo contrario, me encantaba, y desde entonces soy una admiradora de las personas que tienen una magnífica letra, así que me quedaba alucinada cuando veía a alguien escribir muy bien -como mi padre-, y yo misma me esmeraba en mejorar todo lo posible, hasta llegar a alcanzar el grado de perfección de los monjes copistas de la Edad Media :-P
Con 5 años, en mi primer curso de cole, en parvulitos, nos mandaban los cuadernillos "Rubio", que iban aumentando su numeración en función de la complejidad. Por más que lo hacía perfecto, pues lo comparaba con otros compañeros/as, la señorita Mª Victoria no me pasó en todo el año del cuadernillo nº 3. Me quemaba ir a la papelería a comprar siempre el mismo ejemplar. Ya empezaban a aparecer las manías de ciertos profesores, que no maestros, y yo a sufrir las injusticias que se repetirían más adelante de mil formas. Aún recuerdo la cara de la Srta. Mª Victoria y la odiaré siempre XD.
Portada del Nº 2 del cuadernillo Rubio |
Interior de un cuadernillo Rubio de caligrafía |
Durante los veranos, a pesar de que la nota final del curso era sobresaliente y no necesitaba hacer tareas escolares, me gustaba copiar textos y hacer dictados, y me recreaba viendo mi bonita letra, que por otra parte no pasaba desapercibida, pues me lo comentaba todo el mundo. Era algo narcisista en este sentido :-) Creo que más que narcisista, me producía orgullo.
Y así seguí cultivando durante todos los años de estudio esa buena letra, de manera que inclusive en el instituto, o bien tomaba los apuntes a toda velocidad ya muy bien en el momento, mezlando colores, o si realmente el profesor/a de turno era demasiado rápido, no me dolían prendas en pasarlos a limpio cuando llegaba a casa. Esos apuntes ya no los tengo en Madrid por cuestiones de espacio, pero están tan claros y bien explicados, que aún con todo olvidado y los años que han pasado, podría releerlos y comprenderlos al minuto. Espero que el paso del tiempo no estropee esa pequeña "obra de conocimiento"...porque "d'ande andarán" :-(
Tenía lo que se denomina "el callo del estudiante". Justo en la última falange del dedo corazón derecho había un bulto redondo de sujetar el bolígrafo. Permaneció ahí años y años, y aún si lo miro bien, queda una suave ondulación. Pero el imparable avance de la tecnología, el uso del ordenador y la cada vez menor necesidad de escribir a mano, han hecho que aquél arte se desvirtuara en mí: ya no tengo una letra bonita. Ahora es simplemente clara, legible, pero en absoluto de abrir la boca como cuando la veía alguien cuando tenía 10 años. La falta de práctica es la culpable, y por más que lo intento, ya no puedo recuperar aquélla añorada buena caligrafía :-'( No me sale, se ha producido la "poda sináptica" tan comentada últimamente, referente a este tema.
Ahora viene la relación con la Historia y la Literatura. En aquél afán infantil por mejorar la letra, se unía creo un amor al dibujo, pues solía coger un libro de mis padres que había por casa, la Enciclopedia Álvarez Iniciación Profesional. Creo que es de los años 60 y como un libro único, donde venía un poco de todos los campos del saber en algo más de 1000 páginas. A mí me resultaban especialmente llamativas las curiosas letras que aparecían, con trazos originales, en mayúsculas o minúsculas, pero siempre distintas a lo que solía encontrar habitualmente, y me dedicaba a copiarlas de forma recurrente en folios y cuadernos.
Mi preferida era una que decía "Valdivia", toda ribeteada de flores y hojas. De esta manera prematura conoci una breve biografía de Pedro de Valdivia, español conquistador de Venezuela, Perú y sobre todo Chile. Posteriormente, por diferentes medios y a lo largo de la vida, pude ampliar sobre la figura de este ilustre personaje, pero muy poco podía imaginar que mi amor por la caligrafía se enlazaría muchos años después con aspectos tan íntimos y detallados de la figura de este hombre, a través del libro "Inés del alma mía", de Isabel Allende, novela histórica que relata la vida de Doña Inés Suárez, valiente amante de Pedro de Valdivia, pionera en cruzar el charco y vivir aventuras, conquistadora y fundadora de Santiago de Chile.
Letras ribeteadas que copiaba de la Enciclopedia Álvarez |
Gracias al esfuerzo de Isabel Allende ahondando en los archivos, y a la prosa tan maravillosa de este libro, ha podido tener proyección internacional esta mujer de armas tomar, que tan oculta ha permanecido en la Historia, y que solamente algunos sabios y adelantados habían reseñado, como el genial periodista radiofónico y escritor español Juan Antonio Cebrián en el Pasaje de la Historia de audio que le dedicó hace unos años.
¡Nunca sospeché que la pasión por las letras "bonitas" me llevaría a encontrarme en el futuro con la escritora Isabel Allende, y a día de hoy, recordar tanto aquélla afición a la buena caligrafía!.
Tantos y tantos años escribiendo apuntes, al menos nos servirán para que no se nos olvide cómo escribir.
ResponderEliminarHacer buena letra es cuestión de empezar despacito, porque, además de por la falta de práctica, no podemos pretender alcanzar la velocidad de impresión de texto de un teclado.
¡Cuánto tiempo ausente! Y aún no me contaste la anécdota aquella.
Está claro que es una pequeña ventaja que tenemos respecto a las nuevas generaciones, pues según la Universidad Noruega de Stavanger, escribir a mano refuerza el proceso de aprendizaje, así que hay ciertos temas como la escritura que como bien dices se nos ha debido grabar a fuego :)
Eliminarhttp://www.villabrazaro.com/2011/03/escribir-mano-refuerza-el-proceso-de.html
He empezado en diferentes cursos hace relativamente poco a tomar apuntes, y no consigo esa "magia" del pasado. En absoluto es una letra bonita, como comento, simplemente clara. Quizás es ese ansia de pillar las 450 pulsaciones por minuto del teclado, ya no lo sé, pero hay cosas que no vuelven, como el brillo perdido de los ojos.
Te debo la anécdota, a ver si la recuerdo :-) Espero no ausentarme tanto, gracias por pasarte.
Yo ya me había olvidado de mi callo del estudiante... y aquí me tienes como tonta mirándome el dedo (no, no se me ha quitado, jeje).
ResponderEliminarBesos!
Jaja Feliz Año, Ali EB, al comentarlo me lo he mirado con mayor atención y también sigue, aunque no la "bola" de antaño, y eso en tu caso es que también le has dado duro al boli y papel :) Felicidades.
EliminarBesos
Me paso el día ante el ordenador, mando continuos correos, uso photoshop, word, excel, ... vamos, mi vida es ordenador y más ordenador. Púes bien, sobre mi mesa siempre hay 3 ó 4 estilográficas. Te recomiendo que lo pruebes. Escribir con estilográfica te devolverá las ganas de escribir. Disfruto hasta cuando le tomo el teléfono a alguien que me llama. Escribir con estilográfica es tomarte tu tiempo, centrarte en lo que haces y disfrutar viendo la suavidad con la que se desliza y el correr de la tinta.
ResponderEliminarYa s, ya sé, que seguramente digas que nunca has escrito o que escribiste de pequeña y te manchas entera y que eras un desastre. Eso todos, pero cuando te llevas bien con una estilográfica ella se lelva bien contigo, se convierte en tu fiel compañera y a ti que te gusta recordar y veo que eres algo nostálgica, te llenará de recuerdos la vida. No sigo porque entonces te redacto un artículo, jejeje, pero al menos, piénsalo.
Saludos
Sigo escribiendo a mano, tengo todo el escritorio lleno de folios, cuartillas, papeles, agendas, libretas y un gran bote de bolígrafos, rotuladores y lápices :-)
EliminarSaludos