Primero fuimos a la Peña de Francia, un poco lento el viaje, porque cinco horas de autobús se hacen pesadas, pero al menos no llovió. Precioso el paisaje mediterráneo, adehesado, donde pastaban tranquilamente toros bravos y cerdos ibéricos. A 1732 metros está el santuario que alberga una virgen morena. La gente muerta de miedo porque la carretera era muy estrecha y sólo cabía un vehículo, así que cuando tenía que afrontar curvas de 180º, aplaudíamos al conductor. La mayoría procuraba no mirar por las ventanillas porque les daba vértigo :)
Lo que más me gustó fueron las vistas que se podían observar desde los miradores.
Paisaje de la sierra de Francia
Después bajamos a comer y a visitar uno de los pueblos emblemáticos de las Batuecas, La Alberca, característico por sus angostas calles empedradas y las casas con balcones altos y llenos de flores. Tiendas con todo tipo de souvenirs, artesanía y la famosa joyería charra. La gastronomía es otro de sus fuertes, desde dulces a miel, pasando por embutidos de jabugo, un aroma que se podía oler al paso y que despertaba los cinco sentidos :)
Ya en Salamanca ciudad, enfrente del hotel, estaba el Colegio Mayor Fonseca, de estilo plateresco, con un hermoso patio. También es hospedería y centro de exposiciones, llamando la atención su colorido, por el contraste entres las piedras graníticas grises y la dorada de Villamayor.
La Plaza Mayor de Salamanca, centro del casco histórico. Al principio te asombras de la cantidad de gente que hay por allí, puedes pensar que son visitantes de fin de semana o guiris, pero no, son los propios habitantes de la ciudad, que tienen muy arraigada la costumbre de pasear. La vida estudiantil también da ambientazo en general, y en concreto por la noche. El contraste de los edificios antiguos perfectamente iluminados, con garitos de marcha, le da un encanto especial.
Paso a visitar a mi amigo Raúl en su tienda de cómics "Shogun", otro lugar interesante para perderse :)
Casa de las Conchas, edificio emblemático de la ciudad, construido por encargo de don Rodrigo Maldonado de Talavera, caballero de la Orden de Santiago, de ahí las conchas de Santiago que adornan la fachada, en la que hay que destacar las rejas de las ventanas. Este es el patio interior, con curiosos arcos mixtilíneos en la planta inferior, conocidos popularmente como arcos de cortina.
Fachada de la Universidad. En ella está la famosa ranita encima de una calavera. La tradición popular dice que si consigues verla, regresarás a la ciudad :) Es otro de los símbolos típicos, en las tiendas de recuerdos venden ranitas de todas las formas, colores y motivos, desde llaveros a peluches.
La Casa Lis. Apenas tuvimos una hora libre después de la visita guiada, y decidí ir a ver este maravilloso museo de Art Déco y Art Nouveau. Una colección impresionante de objetos, mientras sonaba Billie Holiday: juguetes, porcelanas, esmaltes, vidrios, frascos de perfume, bronces, joyas, muñecas, abanicos, muebles...Preciosas las vidrieras de colores que hay en el balcón cerrado, que aparece espectacular cuando se ilumina por la noche.
Vista desde del puente romano. No podía dejar de ir al río, una ojeada rápida al Tormes y foto para sacar la ciudad, quizás la típica de postal.
Y como vi la ranita, seguro que volveré.
Vídeo "Salamanca única", donde se pueden ver todos los monumentos anteriores, con una estupenda realización y musicalización
Es una preciosa ciudad. Pero sin duda se ve aun mejor por tu bonita forma de presentarla y comentarla. Seguro que la ciudad luce ahora mejor con tus descripciones y por que a traves de tu bella mirada se ve aun mas preciosa :))
ResponderEliminarMuy guapa Salamanca, los que vivimos en Madrid nos parece otro mundo una ciudad así. Ahora que, La Alberca y la Sierra de Francia es algo digno de conocer, un pedazo de Galicia en Salamanca. Esta zona la he visitado varias veces y pretendo poder volver unas cuantas más, totalmente recomendable.
ResponderEliminarBueno que, ánimo con esa rodilla y a ver si el laser hace su efecto. Ah y gracias por el aviso del 19 ;-)