Leyendo el blog Laberinto7, la entrada Moviles-spam, he recordado una cuestión sobre los móviles.
Resulta que hace un tiempo intercambié el número de teléfono con un colega de internet. Jamás he hablado con él, pero de repente veía una llamada perdida que duraba segundos, y me quedaba preocupada, con lo cual le mandaba un SMS preguntando si todo iba bien. No me respondía, y cuando conseguí que chateáramos, me comentó que no lo hizo porque no tenía saldo; y ante la pregunta de qué significaba la llamada perdida, me dijo que era un "toke".
Y ahora viene lo bueno. Parece ser que el súmmum de la modernidad es darse "tokes". Y lo voy a poner con k, porque por el carácter gilipollesco del asunto, creo que debe escribirse así. Yo no hacía más que intentar entender el significado último del toke de las narices, y debo estar ya viejuna total, porque parece que es una costumbre bastante extendida entre los jóvenes. Darse tokes es "que se acuerdan de ti". Joder, pero si te acuerdas de mí, llámame alguna vez en tu vida y charla conmigo, o envíame un SMS, transmítemelo de alguna manera, pero no que suene el teléfono a horas intempestivas, y además poco tiempo, sin posibilidad de cogerlo. No sé si es una cuestión de ratería, por no gastarse una llamada o un SMS, o sencillamente un comportamiento que aúna a toda una generación; en cualquier caso, me parece algo absurdo en estos tiempos en que tienes la facilidad de enviar un email, si es que no quieres gastar móvil.
Creo que me adapto bastante bien a las modas, la tecnología y la jerga de los mega jóvenes, pero esta cuestión me supera: si hay que decir algo, se dice, y por favor, prefiero que me olviden y no se acuerden de mí y los tokes se los den al balón.
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ResponderEliminar(toke)
¡piunggg! (onomatopeya de disparo a matar)
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